La primera vez que me ofrecieron formar parte del Colegio de Médicos, mi respuesta fue la negativa directa. ¡"Buf", pensé. Qué demonios se me ha perdido ahí! Y es lo que dan unos años de distancia de ese momento, que la perspectiva cambia tu punto de vista.
A veces es necesario tomar la determinación de querer cambiar las cosas, propiciar el cambio tú mismo y no esperar que las cosas cambien solas, por obra del azar o de la divina providencia. Llámese conciencia social o simplemente voluntad. Ese es el principal motivo para iniciar este camino de formar parte de la Nueva Alternativa colegial.
Así es, abandonando prejuicios y opiniones preconcebidas dejo paso a la ilusión porque otro colegio es posible. Creo en un colegio que nos represente mejor, abierto, participativo e integrador. Un colegio que vele por los intereses de todos sus colegiados, especialmente de aquellos en peor situación laboral o con trabajo precario. Un colegio al que apetezca ir, un colegio de todos y para todos.